domingo, 15 de noviembre de 2009

R E D E N C I Ó N

- I'm free to sing my song, in any old time -

lunes, 9 de noviembre de 2009

S I L E N C I O S

El reloj corre, mis pies levitanen un profundo mar de dudas.
Qué ha de pasar? Los enigmas
sin resolverestán en huelga de amores,
y las imágenes transcurren sin parar.
La tarde abrazó al desgano
de una lucha sin final.
Simpre reina, simepre astuta,
yo siempre así.
Perturbado y sin razón,
la realidad golpeó la puerta.
Las fichas se cayeron, pateamos el tablero,
de este cielo sin estrellas.
El corazón latiendo a mil,
lagrimas muriendo en tus mejillas.
Amargo y en silencio me ahogé en el mar de la desdicha.
El camino se cerró,
y fuimos profugos del amordespués del amor.

I N S T A N T E S

Comprendí al final,
Las cosas y el sentido dependen del momento.
Caminé mientras apreciabasla sombra de lo que fuí.
Sórdidoy cautivo me sentí.
El ancla del barco tocó fondo, y expreso lagrimas sin fin.
Busqué preguntas sin respuestas, para no ver la realidad.
Analicé tus besos, y noté que perdí.
¿Dónde quedó el valor?, ¿Dónde quedaron los sueños?.
Casi sin darme cuenta, hace tiempo te fuiste de aquí
y aún guardo recuerdospara un dia gris.
Frenético y sin salidas obreservé mil caras en una sola.
Astuto el destino nos domina,
tirando fichas mientras camina,
marcando ese juego que he de jugar.

ROCANROLES SIN DESTINO

- Esquivando el desierto del corazon, anhelando un buen futuro por venir. Atando caminos y lechos vacíos, en la espera de lo que vendrá mientras todo parece envejecer. Y entre lamentos y una lluvia desatada, la voz del viento suena cansada entre los brazos de una pálida mujer . - Razonando lo prohibido, masticando los momentos y el anochecer, van cambiando de frente los impulsos, y la cancha que se inclina. El cuchillo entre los dientes, rafagas de una memoria intacta en el medio tanto frenesí. Íntimamente inconcluso, el camino oscuro y la penunbra se acaba en el mar con el síntoma de fallecer y las estrellas, testigos de una confusa desicion del destino, que impone los caminos que han de florecer. - Y como sobran los motivos, y las razones van de más porque las piezas se han corrido, dejando todo fuera de lugar. Es que el deseo no deja impartir el juego, y cayendo sobre su piel domina el perfume de un jazmín. Que odisea naufragar en el cielo, que provoca el desvelo de los sentidos y hace sentir el rigor cuando se nos acaba el tiempo, sin embargo comprando capítulos viejos vemos pantallazos de lo que quedó por vivir, mirando el futuro, que más queda por sentir?.-
- Fernando Nicolás -

domingo, 13 de septiembre de 2009

P R I N C E S A

Vagando por los indescifrables rincones de mi mente, encontré un pétalo de rosa y su dulce aroma, te trajo a mi mente una vez más.
Pude sentir nuevamente el perfume de tu piel, la droga de mis sentidos, tan perfecto y atractivo como un cálido amanecer. El sabor de tus besos, dulces y peligrosos como un enigma sin resolver. La suavidad tu piel, la mejor de mis adicciones en el mar de las desdichas, que con su encanto me hizo florecer. También pude mirar en tus pupilas, esas que miles de veces me hicieron caer, y volver a empezar, y tu voz de reina que dictaba los latidos de mi corazón.
Admiré tanta perfección, y no pude comprender si fue un milagro de la naturaleza, o si la belleza se hizo presencia en ti. Recorrí con mis manos tu silueta, sentí que tu alma se quitaba la ropa para mostrarse ante mí, y quedé ciego por tanta iluminación. Mi sexto sentido está enfermo de tus miradas, y mis huellas digitales perdieron identidad en los campos de tu piel. Y así, otra vez me olvide de olvidarte, y así tu belleza sigue estando de píe, y camino sin rumbo porque tu no estas aquí.
Hubo un momento de clímax, fue cuando recordé tu sonrisa, y sentí como aceleraba el latido de mi corazón, mis pies no respondían y mis palabras desaparecieron para ya no volver. Tu sonrisa se hizo el aire que necesité para respirar, el combustible de mis nervios, y quedé absurdo al comprender que sos mi realidad. Fuiste el testaferro de mis naufragios, con tu imagen de princesa iluminaste mi caminar, y abriste mil caminos cuando todo era oscuridad y no sabía comprender.
Por lo que más quieras, nunca dejes de sonreír, nunca apagas la luz tus ojos, ni pierdas la elegancia de tu ser. Sé compañera de la vida, que tu hermosura es como Frida, y tú presencia un perfecto atardecer.
Retrocedí entonces unos instantes, y volví a caer en lo real luego de tan enorme viaje. Mientras despertaron las perezas del ensueño. Reaccioné a mis sentidos, sonreí y camine a buscarte otra vez.



PRINCESA.




- Fernando Nicolás -

miércoles, 2 de septiembre de 2009

P E N U M B R A

Antes de comenzar a revisar explícitamente cada sensación interior, se instaló unos instantes en la penumbra de sus pensamientos, para luego soplar viejas cenizas que aún despedían restos de calor.
Cada intento de comunicación es un acto fallido, que muestra muchas mas falencias inquietantes al momento de pensar. La luz sigue brillando dentro de esos ojos, y el filo de una espada es similar a esos labios de mujer que con tanto poder, juegan cartas marcadas para lograr vencerlo una y otra vez. Y él, volando sin alas trata de desnudarse frente a la verdad.
Siempre es un intento, siempre es una certeza saber que razones ya no existen, y tan vacío ha quedado el lugar en el que floreció algo tan grande, amor. El cielo oscuro, lo mira detrás del vidrio de su ventana, en el abismo de emociones fundidas al caer.
La presencia de su ser, genera impulsos varios. Y las magnitudes indescifrables de su cabeza, apuestan a todo o nada sin miedo de perder, mientas, él va juntando lo que encuentra en los rincones cuando empieza a amanecer. Ella habita instantes diarios, a medida que él va dando pasos en su camino sin mirarse los pies. Sus días son extremos, y sus noches desbastadoras, encaminando un estilo vago, lejos de su esencia natural.
Encuentros se producen, parece que el destino se encaprichó una vez más, y se hizo presente. Él, sintió la presión sobre la sien, y sus labios respiraron ese perfume una vez más. Una silueta difusa dibujó un camino hacia un nuevo destino, y él ciego de tanto intentarlo se dejó llevar por aquel tren. Su mente se sintió absurda, y enfrentó ese latido vagabundo, para comprender una vez más que estaba parado la misma línea, que sólo sintió éxtasis por el vuelo de su imaginación.
Sensaciones encontradas e imágenes vagas dominaron esa tarde gris. La inestabilidad de sus versos están a la vista del planeta, las dudas son una constante herida que no ha de florecer. Sin embargo, aquí estoy yo.
Al final del camino recorrido en instantes, bajó la mirada hacía su refugio de guerra, tomó aire, y para ser testigo de un nuevo amanecer.
- Fernando Nicolás -

C R I M E N E S



Arrancó en medio de charcos de agua cristalina que empapelaban las calles de su mente. Caminó hacia aquel único destino, al encuentro con el momento de mayor placer, que dominaba su ser. El éxtasis de la agonía se aproximaba, tantos gritos y palabras se enterraban, para dejar florecer al ensueño de aquello que asomaba por el horizonte de una espalda dañada luego de tantas batallas.
Cerró las ventanas, y acomodo las cortinas de sus ojos, para permitir el descanso de esas pupilas gastadas, rojizas y embarradas. La sensación dominó por completo, y el miedo se hizo presente una vez mas ante él, ¿qué pasará? ¿Cómo será? ¿Tendrá tanta intensidad como aquella vez? Frente a sus huesos se encontraba una vez más, y sus rodillas temblaron al sentir el filo y el tacto de su piel. Pero envainó su mejor arma, las palabras y la frialdad y empuño su tacto para no dejar sobre su corazón, los rastros del amanecer.
El ADN de los besos, quedó impregnado sobre el rocío de la nueva mañana que avasallaba otra vez, y las cenizas de lo vivido esperaban por un verso que avivara el fuego. Las huellas que habitaban sus penas evolucionaron, y se convirtieron en fuerza para sacar cuentas sin restar, y al fin ¿quién ganó la partida?
La sonrisa de caretas blancas sobresalieron de cada espacio, y el sentimiento de amar se volvió carátula para un nuevo expediente que quedó archivado en lo mas profundo de un cajón del suspenso inmediato. Frente a un jurado de emociones y sensaciones vagas detalló cada instante efímero de tus días, y dejó muy en evidencia que lo que existió aún está.
Pero sabe que las veredas caminadas cansaron sus pies, y las neuronas de su mente se oxidan en vacilaciones sin sentido. Cada guerra ganada es un suspiro de alivió frente a las inquietudes que habitan su sentir, y cuanto desearía que estuvieras allí para poder comprender que un instante fue una eternidad cuando la ausencia de sus besos se hico notar.
Ahora sí, el tiempo corrió y el viento nos sopló hacia nuevos horizontes sin fronteras, donde habita la dulzura, y el bienestar se hace ley. Y aunque todavía quedan sombras de aquello recorrido, el sol opaca de tanto brillo y ya vendrá otro viento mejor.
- Fernando Nicolás -