
- Tarde gris con recuerdos de amor y besos, perdidos en combate de almas descarriladas de pasión, y en un rincón la botella tan delicada mira de reojo y yo a penas recuerdo quien soy. En marcha otra vez la maquina de sueños, y la mística de ganador se pierde como palabras arrastradas por el viento, absueltas de éxito, plagadas de soledad. La sonrisa del próximo vaso de penas no es suficiente para tu sed, y aunque te sobran los motivos para dejarla ir, ciego luchas por algo que se oxidó. No te quedan mas excusas, ni cartas que mentir, ahora si estas en el medio de vos, sólo vos y tu corazón empedrado se baten en un duelo de campeones de tercer tiempo.
- Mi pasado se plaga de destino, cobarde se desespera por seguir ocurriendo y por error soñé tu pesadilla en medio de tantas preguntas sin responder. Cuanto más vas a avanzar? Cuanto más vas a engañar hasta decir la verdad? Si todo lo que te domina es humo, y tus ideas son puras torpezas. Tu testarudo margen de sonrisas ya ni te da la hora, y seguís comiendo de tus recuerdos, mientras sembras sonrisas vacías en un cielo gris. Corazón no le des mas consejos a tu cabeza, fiel a tus latidos la estas llevando a un mar de penas, y tu fisonomía es fiel muestras de estos días sin ella, en donde peleas round tras round contra la oscuridad, y la soledad esta ahí, a la espera de un cambio que sin más remedio, vas a aceptar. Tu memoria plagada de sonrisas y besos antiguos, te sale a buscar como buen compañero de sueños cansados, y tiempos de ayer, mientras caminas entrelazando miradas con hilos de recuerdos, y ruidos de tu cuerpo junto al mió entrando el amanecer. Esa no es manera de estropear un corazón, gritó la voz de un rey sin corona, y el domingo se apaga como una estrella fugaz. Aparece otra vez, con su brillo bien cerca de su sonreír, y su perfume de frutas, que rompe toda barrera de tu resistir.
- Entregado otra vez, saliste a mendigar besos y caricias de manos ajenas que no te pertenecen. No me jures nada, no me quieras por detrás, que mi boca suda amor, y mi cuerpo anhela tu belleza. “Vos sabes donde quedo el mantel de la mesa que nunca estuvo servida, porque se te piantaron los mozos, y te quedaste comiendo parado las sobras de la vianda del olvido”.
- Mi pasado se plaga de destino, cobarde se desespera por seguir ocurriendo y por error soñé tu pesadilla en medio de tantas preguntas sin responder. Cuanto más vas a avanzar? Cuanto más vas a engañar hasta decir la verdad? Si todo lo que te domina es humo, y tus ideas son puras torpezas. Tu testarudo margen de sonrisas ya ni te da la hora, y seguís comiendo de tus recuerdos, mientras sembras sonrisas vacías en un cielo gris. Corazón no le des mas consejos a tu cabeza, fiel a tus latidos la estas llevando a un mar de penas, y tu fisonomía es fiel muestras de estos días sin ella, en donde peleas round tras round contra la oscuridad, y la soledad esta ahí, a la espera de un cambio que sin más remedio, vas a aceptar. Tu memoria plagada de sonrisas y besos antiguos, te sale a buscar como buen compañero de sueños cansados, y tiempos de ayer, mientras caminas entrelazando miradas con hilos de recuerdos, y ruidos de tu cuerpo junto al mió entrando el amanecer. Esa no es manera de estropear un corazón, gritó la voz de un rey sin corona, y el domingo se apaga como una estrella fugaz. Aparece otra vez, con su brillo bien cerca de su sonreír, y su perfume de frutas, que rompe toda barrera de tu resistir.
- Entregado otra vez, saliste a mendigar besos y caricias de manos ajenas que no te pertenecen. No me jures nada, no me quieras por detrás, que mi boca suda amor, y mi cuerpo anhela tu belleza. “Vos sabes donde quedo el mantel de la mesa que nunca estuvo servida, porque se te piantaron los mozos, y te quedaste comiendo parado las sobras de la vianda del olvido”.
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